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SUPERVIVENCIA PARENTAL DURANTE EL AISLAMIENTO POR CORONAVIRUS

Actualizado: 2 abr 2020

Durante estos días hemos compartido información sobre recomendaciones generales para proteger nuestra salud mental en este período de aislamiento, estrategias individuales para afrontar el estrés y la ansiedad mientras se mantengan las medidas de confinamiento, y hemos replicado las recomendaciones de la Asociación Colombiana de Psiquiatría para el manejo de la información con niños y adolescentes; ahora, habiendo escuchado a algunos de nuestros seguidores y conocidos, quisimos dejarles unas recomendaciones dirigidas específicamente a los padres y madres.


Los cambios a los que se han tenido que adaptar todas las familias durante este periodo de confinamiento en casa han sido múltiples; por ejemplo: los cambios en las rutinas, en la organización de los tiempos, la ocupación de los espacios del hogar, la distribución de las tareas de la casa, y en la planeación de actividades. Además de esto, hay que acostumbrarse rápidamente a la novedad de educación virtual, teletrabajo (en algunos casos), y al manejo de plataformas y redes sociales para mantenernos en contacto con otras personas y recibir información. Y, adicionalmente, como la(s) cabeza(s) de la familia, recaerá sobre padres y madres la ansiedad de los demás miembros, quienes también se sentirán, en ciertas instancias, preocupados, frustrados, cansados, y aburridos. Todo esto genera una gran carga emocional y estrés, sin mencionar, la ansiedad que genera en padres y madres el querer proteger a su familia ante la amenaza real de que se puedan contagiar y/o enfermar ellos o alguna de las personas con las que convive.


Teniendo en cuenta esto, lo primero es que queremos decirle es que es TOTALMENTE NORMAL que usted, como padre/madre, se sienta por momentos con ansiedad, tristeza, fatiga, desgaste físico y emocional, aburrimiento, y preocupación. Es NORMAL tener altibajos y sentir por momentos toda esta carga pueda ser abrumadora, pues es parte del proceso de adaptación, pero este proceso es dinámico y requiere que se vayan haciendo los ajustes necesarios a lo largo del tiempo para reducir esa carga. Para lograr este objetivo, las siguientes recomendaciones pueden ser útiles.


ESTRUCTURAR RUTINAS


Padre y/o madre (preferiblemente ambas figuras parentales) deben establecer las rutinas para cada miembro de la familia. Como hemos mencionado antes, una rutina diaria bien definida debe incluir las horas de sueño suficiente, alimentación, aseo personal, trabajo y/o estudio, oficios del hogar, actividades lúdicas o de relajación, actividad física, y tiempo en familia. Una rutina reduce los niveles de estrés, ya que evitamos tener que pensar “¿y ahora qué hacemos?”, pues ya hay un plan definido para el día. Nos da la sensación de que estamos siendo productivos, en vez de pensar que estamos en casa “perdiendo el tiempo”. Ayuda a mantener hábitos positivos, hábitos de alimentación y actividad física; facilita el cumplimiento de los deberes del hogar, los laborales y/o los académicos; y protege los espacios de tiempo en familia.


Recomendamos ser realistas al momento de estructurar estas rutinas. El hecho de que una niña permanezca en el colegio durante una mañana completa en su jornada escolar, no significa que vaya a estudiar toda una mañana de forma continua mientras está en aislamiento. Es necesario proporcionar las condiciones propicias para el estudio (materiales, espacio, ausencia de distracciones), y programar el/los tiempo(s) de estudio del día (puede fraccionarlo en varios horarios) de acuerdo con las características de esa niña en particular (horarios de clases virtuales, periodos de concentración, intereses). El colegio muy probablemente enviará material para desarrollar, pero también puede ser una oportunidad para que la niña aprenda otras cosas que le generan interés o reforzar aquellas en las que está teniendo dificultades.


DISTRIBUIR TAREAS EN EL HOGAR


Nuestra sociedad tiende a ser machista, y no es infrecuente que, en muchos hogares, los oficios de la casa recaigan en las mujeres. Esto no debería ser así, y mucho menos en situaciones excepcionales como la que estamos viviendo; las mujeres de la familia no pueden hacerse cargo de la carga emocional que ya hemos mencionado y, además, pasar TODO EL DÍA cocinando, limpiando, aseando, lavando, planchando, cuidando a los/las hijos/as, evitando peleas entre ellos, paseando las mascotas, comprando los alimentos, pidiendo los domicilios, etc., etc., etc.... para luego levantarse al siguiente día y repetir esta acción nuevamente. Una forma de evitar esta situación es que cada miembro del hogar se encargue de ciertos oficios en el hogar. Esto debe ser coordinado de acuerdo con la capacidad de cada uno; obviamente un niño, no tiene las mismas capacidades y habilidades de un adulto, pero se le pueden asignar tareas acordes para su edad y/o capacidad. La idea es promover una cultura de colaboración entre todos los miembros de la familia; no es simplemente limitarse a cumplir con las tareas que le son asignadas, sino apoyar a los demás si vemos que lo necesitan. Como mencionamos previamente, es NORMAL tener altibajos, y es posible que un miembro no se sienta bien en determinado instante y pueda requerir el apoyo de los demás.


ESTABLECER ESPACIOS INDIVIDUALES


Tanto niños como adultos a veces necesitan un espacio de tiempo o un espacio físico donde puedan dedicarse a sí mismos. Puede ser un momento en el cual se puede dar un baño con tranquilidad, dedicarse a la meditación u otra actividad relajante, escuchar música, leer un fragmento de un libro, o, simplemente, disfrutar unos ratos de soledad, así sea para asomarse a la ventana y mirar a la gente pasar. Durante estos momentos, los demás miembros de la familia deben procurar respetar este espacio, y, por este motivo, consideramos que es necesario que este espacio se integre dentro de la rutina diaria. Por ejemplo, si es hora para que una figura parental disponga de este espacio, otra persona deberá asumir la supervisión y cuidado de los demás miembros de la familia, y así se van turnando para que todos tengan la posibilidad de hacer uso de ese espacio diario. Esto también ayuda a reducir el estrés al permitir desconectarse, así sea momentáneamente, de las tensiones habituales que se pueden presentar en una familia, sobre todo si está confinada todo el día.


RESIGNIFICAR EL PERIODO DE AISLAMIENTO


Hemos escuchado la expresión “estamos en crisis” de algunos padres y madres que nos han contactado. Es cierto, están en crisis, pero esto no es necesariamente negativo. Una crisis es una oportunidad de hacer cambios y ajustes; puede ser una oportunidad para unirse más como familia, conocerse más, saber qué cosas pueden estar afectando su relación (si las hay), y pasar tiempo juntos.


Como padre y/o madre puede sentarse con su(s) hijo/a(s) y estructurar las rutinas y las actividades a realizar en el día a día de acuerdo con sus gustos; es bueno preguntarles sobre qué les gusta, qué les gusta hacer, qué quieren aprender, y es posible que confirmen lo que ya saben o se enteren que sus gustos han cambiado. También como pareja parental pueden aprovechar este tiempo para hablar, conversar, y, sin consideran necesario, revisar los roles de cada uno dentro de la relación, así sea que tengan que hacer ajustes temporalmente para superar este momento de crisis o cambios a largo plazo.

Como individuo, puede ser un tiempo en el que usted mismo se haga un autoexamen sobre su estado de salud, su vida, sus relaciones, y sus planes a futuro. Los quehaceres diarios pueden hacer difícil esta tarea, pero este periodo de aislamiento puede significar la pausa que requerimos para hacer estas reflexiones y, si es necesario, redireccionar nuestra vida.


MANEJO DE LA INFORMACIÓN


Como figuras parentales, muy probablemente los niños, y en menor medida los adolescentes, recurrirán a ustedes para obtener la información que necesitan. Por este motivo, recomendamos que se mantengan informados haciendo uso de fuentes confiables como el Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud, pero no buscar información de forma obsesiva; buscar sólo la información que necesitan y eviten sobrecargarse de datos. Es importante que sus hijos/as sepan lo que está ocurriendo, el motivo por el cual deben permanecer en aislamiento, y por qué deben tomar las medidas de precaución para reducir el riesgo de infección (por ejemplo, el lavado de manos). Es necesario transmitir esta información sin asustar o generar mayor ansiedad; se recomienda informarles de forma seria y tranquila, tomándose el tiempo de resolver las dudas que surjan. Si desconocen la respuesta a una pregunta, es preferible reconocer que no saben y que buscarán la respuesta juntos.


Este video de la Dra. Juanita Alarcón, psiquiatra de niños y adolescentes, puede orientarlos sobre cómo informar a los niños sobre el Coronavirus.


Con los adolescentes, debido a que muchos poseen sus propios celulares y/o dispositivos móviles, es posible que sea más difícil controlar la información que reciben, por lo que se recomienda acercarse y hablar con ellos sobre la información que reciben. También resuelvan juntos las dudas que tengan, e intenten incluirlos en la toma de decisiones del hogar; es bueno preguntarle por sus preocupaciones, tener en cuenta su opinión sobre cómo se están realizando las actividades en el hogar, y que se sientan escuchados, de tal forma que no sientan que las medidas que se tomen son impuestas sino convenidas.


CONECTARSE CON OTROS


Como mencionamos, ustedes, como muchos otros padres y madres, están haciendo este proceso de adaptación. Una forma de reducir el estrés puede ser conectarse con otros, por ejemplo, con una llamada a una persona que esté dispuesto a escucharlo/a, o formando grupos de chats, videochats, o foros en los que puedan expresar sus preocupaciones, se sientan escuchados, y puedan recibir retroalimentación. El aporte de otras personas puede brindarle estrategias específicas para resolver problemas que otros ya han tenido que afrontar. Asimismo, se crean espacios para intercambio de ideas, por ejemplo, sobre actividades para realizar en casa.


Por otro lado, dadas las circunstancias actuales, algunas instituciones han habilitado espacios para atención virtual de salud mental. Nosotros en PSIQUES hemos habilitado un espacio virtual para realizar actividades de teleorientación y teleconsulta; puedes contactarnos aquí para programar tu espacio.


Esperamos que estas recomendaciones sean de utilidad para usted y su familia, y esté atento/a a nuestras siguientes publicaciones. Recuerde que en PSIQUES #NosImportaTuSaludMental.


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