Dra. Heydy Luz Chica Urzola
Tolerancia: respeto, aceptación y aprecio
Desde 1995, cada 16 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Tolerancia promovido por Naciones Unidas. A propósito de este día, y considerando las difíciles circunstancias en las que vivimos hoy en día, decidimos escribir sobre este tema con el fin de entender la tolerancia como una condición necesaria para la salud mental.
Con frecuencia, identificamos con facilidad las formas más comunes de la intolerancia como son aquellas generadoras de injusticia, violencia, discriminación y marginalización. Entonces, ¿qué es ser tolerante?

Empecemos por definir qué es la tolerancia. La podemos conceptualizar como un proceso de crecimiento personal, cuya raíz es el respeto y que progresa hacia la aceptación y la apreciación del otro diferente.
"La tolerancia consiste en el respeto, la aceptación y el aprecio de la rica diversidad de las culturas de nuestro mundo, de nuestras formas de expresión y medios de ser humanos" - Declaración de Principios sobre la Tolerancia, UNESCO 1995
Si tenemos en cuentra las diferentes definiciones que existen, todas tienen un común denominador: el RESPETO. Esto significa que ser tolerante es una construcción gradual a partir del reconocimiento de las opiniones, las ideas y argumentaciones, las creencias, las actitudes, y las formas de vida de los demás.
Ahora, es posible que al ponernos en la tarea de reconocer estas concepciones ajenas, encontremos muchas que no compartimos o que son claramente contrarias a las nuestras. ¿Cómo podemos llegar a ACEPTARLAS? Para lograrlo es clave el entendimiento de nuestros propios derechos y los derechos de los demás, es decir, nuestra capacidad empática, llegando a un nivel de comprensión a partir de ser capaz de ponerse en el lugar del otro.
Finalmente, llegaremos a APRECIAR la diversidad de la humanidad en cuanto este proceso supone la búsqueda activa información y educación que nos permite engrandecernos como personas y miembros de una comunidad.
La TOLERANCIA y sus tres pilares, el RESPETO, la ACEPTACIÓN y la APRECIACIÓN, son importantes para la salud mental porque representan un esfuerzo individual, haciendo uso de herramientas como la empatía y la trascendencia de nuestro pensamiento más allá de nosotros mismos para lograr una convivencia armónica en la sociedad.